ETA entra en la partida electoral

ETA entra en escena justo antes de las elecciones. No es ninguna primicia ya que hacía meses que los medios de comunicación llevaban anunciando este paso, y personas expertas y bien informadas, denunciando también una negociación política oculta entre el gobierno del PSOE y los asesinos.


Las reacciones que se han visto por todas las asociaciones de víctimas y partidos políticos tampoco han sido ninguna novedad. Los medios de comunicación también en su linea esperada, los pro PSOE (que no pro gubernamentales) los anti PSOE (matiz a resaltar), los pro PP, y todos en general dando su nota en la tonalidad habitual.


Quienes estamos con la Constitución Española y a favor de nuestro valioso ordenamiento jurídico nos alegramos de que se anuncie el cese de una sangría indecente y absurda de personas perpetradapor criminales nacionalistas a favor de un proyecto secesionista que secunda una parte de la sociedad vasca. También nos repugna que se le de altavoz y categoría de interlocutor a una banda de asesinos y fanáticos (psicópatas dice un "compañero de barricadas". Podría ser, pero si usáramos ese símil, el mundillo político estaría plagado de "psicópatas", de los que como bien dice, los peores son los que menos signos de ello dan; y los frenopáticos y cárceles no darían abasto, http://www.ciudadanos-cs.org/prensa/_EUSKAL_DEMOKRATA_fuera_la_capucha/4924/).


Quienes son nacionalistas y persiguen fines similares a los asesinos de ETA están también de celebración. Para ellos se ha demostrado que el terrorismo funciona. Las expectativas electorales del nacionalismo radical en el País Vasco son las mejores que han podido tener nunca. Esto sin duda se contagiará al resto de CCAA españolas donde hay nacionalismo excluyente independentista: Cataluña, y por ende también Galicia.


Todo esto por desgracia se traducirá en, quizás y a lo mejor , un cese en las matanzas que el terrorismo nacionalista vasco ha venido siniestramente realizando, pero a un precio que muy posiblemente la sociedad española en su generalidad desconoce hoy. Y es la presión social y la contaminación social que va a representar todo  este "chapapote abertzale" en todas las instituciones. Con influencia y poder político, dinero, entrada en cuotas de los estamentos judiciales, y el control de los canales de comunicación,  su proyecto secesionista no hará más que crecer y acelerarse. ¿Y quien asegura que la presión social también desaparecerá? ¿Se podrá a partir de ahora hablar tranquilamente de política en un bar sin que se haga el silencio? ¿Dejarán de sentir temor a verse perseguidos o marcados quienes estén abiertamente en contra de esas veleidades nacionalistas de corte racista o de esxclusión social de quien no pase por el aro?


Lo peor de todo esto, y por otra parte,  es que ya nos hemos acostumbrado a "la sorpresita" de cada proceso electoral. Ya no nos sorprende que la izquierda, o como queramos llamar a quienes nos obsequian con estas acciones en los últimos procesos electorales por el simple principio de "Quo Prodest" (quien se beneficia), nos saque su conejo político de la chistera justo antes de que el personal se disponga a introducir su voto en la urna. Y es que no es lo mismo unos aburridos comicios en los que el dirigente político se la juega poniendo sobre la mesa del mercadillo electoral sus méritos y programas  para que los "electores-compradores" elijan género y calidad, que una buena feria electoral con neones y fuegos artificiales en los que se vende auténtica basura bien presentada.


En adición al triste panorama descrito, los hipócritas. Los pescadores a rio revuelto. Políticos que han militado defendiendo unas ideas y/o han favorecido al nacionalismo en su momento, y ahora se rasgan las vestiduras dramáticamente, potera en mano ante el vivero electoral a ver qué sacan. Como dijo una ex consejera de turismo de la Comunidad Autónoma Vasca antes de ser abducida, para el caso la misma persona, "Ven y cuéntalo".






Antonio Juliá